LOS ORÍGENES
España era en el primer tercio del siglo XIX un país arruinado por la guerra contra los franceses, la inestabilidad política y la pérdida del imperio. En medio de La Mancha, Miguelturra debía ofrecer pocas posibilidades para los jóvenes. Y esta falta de horizonte debió ser lo que empujó a Manuel Madrid Montijano y a dos de sus hermanos a dirigirse al viejo Reino de Jaén, buscando la prosperidad que su tierra natal les negaba. Quedaron sus hermanos en Vilches y se dirigió Manuel hasta Úbeda, donde casó con Teresa Heras; tuvo el matrimonio seis hijos, de los que nacen todas las ramas de los Madrid ubetenses.
Los hermanos Madrid Montijano vivían de la ganadería y de la compra y venta de animales. Muchos de los herederos de Manuel Madrid Montijano continuaron con la ocupación del fundador de la saga y prosperaron en el negocio a la par que Úbeda salía de una larga crisis social y económica en la década de 1870, momento en el que el Ayuntamiento construye el edificio de las Carnicerías Nuevas, actualmente conocido como Carnicerías Viejas. Hasta la construcción de este edificio en la vieja Plaza de Toledo, a los pies de la Torre del Reloj, la carne se vendía en Úbeda en unos portales y poyos de piedra situados en la Plaza del Santo Cristo o Plaza Entrearcos (actual Plaza del Doctor Quesada).
Al derribarse las puertas de la muralla de ese espacio y acondicionarse ese espacio urbano, el Ayuntamiento hace desaparecer estos puestos de venta de carne y construye un nuevo edificio que sirva tanto de matadero como de lugar de venta de la carne en Úbeda con condiciones higiénicas acordes a los tiempos. Es legítimo pensar que los nietos de Manuel Madrid Montijano, especialmente los hijos de su hijo José Madrid Herás, debieron tener algún tipo de relación con estas nuevas Carnicerías, bien como suministradores de carnes de todo tipo bien como vendedores.